Este recinto esta totalmente integrado en el paisaje, las piscinas se nutren con el agua del mar y de ese modo los animales gozan de un entorno lo más natural posible. Nada más entrar a la península torcemos a mano izquierda y nos adentraremos en este rinconcito, donde la naturaleza en todo su explendor, crece ante nuestros ojos. Encontraremos cisnes, pingüinos, focas e incluso leones marinos. Si somos pacientes y no les molestamos podremos disfrutar de divertidas piruetas, así como de momentos muy especiales.
Desde la península las vistas de la ciudad y su costa son estupendas, el juego de colores está servido.
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