Para muchos, además de ser el templo gótico español por excelencia, es uno de los grandes monumentos del Camino de Santiago.
Ligada a la historia de nuestro país, en su interior descansan los restos de Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador, y su esposa doña Jimena y aunque sea la armonía y majestuosidad de su arquitectura lo que más impresione, es ante todo un templo vivo, construido para el culto y la oración, dedicado a la Virgen María.